La caída del Muro de Berlín constató el fracaso histórico y sin paliativos del proyecto socialista. Frente a la contundencia de este hecho, la Izquierda occidental tuvo dos opciones: reconocer el error marxista en el que habían militado durante tantas décadas, y que tanta muerte y miseria había causado, o reinventarse de nuevo. Hoy sabemos cuál ha sido su elección. El conejo que se sacaron de la chistera ideológica fue el feminismo radical. En España conocemos de primera mano los fundamentos y objetivos del nuevo ideario progre; la política de Zapatero en sus cuatro años de desgobierno es una fiel puesta en práctica de las doctrinas neo-socialistas, y Educación para la Ciudadanía el catecismo de ese nuevo Estado confesional hacia donde el PSOE, con PRISA y sin pausa, quiere llevarnos.
Jesús Trillo-Figueroa ha escrito uno de los pocos libros auténticamente imprescindibles del año. En Una revolución silenciosa el abogado y escritor cartaginés vierte su rigurosa investigación en una ágil prosa periodística para darnos las claves de la subversión cultural, educativa, política y familiar que, desde las más altas instancias del poder, se está llevando a cabo en Occidente para finiquitar con lo que durante dos mil años se ha convenido que eran los fundamentos básicos de nuestra civilización.
